Una banda significa pasión y sacrificio. Iniciar un proyecto puede ser complicado en niveles insospechados. La escala es de regular a malo y existe la posibilidad de pasarla pésimo en el intento. Aunque en México se han abierto muchas puertas y acortado varias brechas, la escena independiente siempre ha luchado por hacer las cosas ellos mismos. Viva el glorioso DIY, hay que decirlo. Para El Shirota el camino ha sido largo. Tanto así que tuvimos que esperar siete años para escuchar su debut en formato larga duración. ¿Valió la pena? Enteramente.